Hola a
todos. Ha pasado mucho tiempo desde que publiqué mi última entrada. Si no me
fallan las cuentas, a día de hoy hacen ya casi tres años desde que me fui a
Estados Unidos. Por supuesto han pasado muchas cosas desde entonces, incluido
un viaje final que hice por allí con todos mis compañeros estudiantes de
intercambio procedentes de países de casi todo el mundo. Pero ya no hay sitio
para que os cuente eso.
Como he
dicho antes, han pasado 3 años desde que fui y 2 desde que volví. Ahora tengo
19 años. Gracias a todo lo que me pasó he podido avanzar con éxito en la vida,
teniendo muchas experiencias maravillosas y, al igual que todo el mundo, otras
que no tanto.
A lo
mejor alguien se está preguntando por qué escribo esto ahora y cuál es mi
punto. Pues bien, lo escribo para decir adiós a este blog. No lo pienso borrar,
ni lo pienso olvidar. A día de hoy, soy yo el que más disfruta abriendo el blog
de nuevo y recordando todo lo que me pasó. No obstante, todo libro por muy
extenso que sea, toda película por muchas escenas que tenga, todo poema por
muchos versos que contenga, todo eso tiene un fin, al igual que este blog.
Me
despido de él 2 años después de haberme incorporado de nuevo en España,
diciendo así que éste será mi último post de mi primer y más querido blog
"Mis aventuras en Las Américas". Si algún lector no lo ha visto y
cree que podría aportarle algo, yo lo recomiendo leer. Las experiencias son las
enseñanzas de la vida que forman a la persona. Yo siempre he creído que estas
experiencias no han de ser exactamente vividas en un cuerpo.
Si os
atrevéis a mirar por este blog, disculpadme en el caso de que no haya redactado
bien alguna historia. En ese momento, pasé un punto de inflexión en mi vida y
gracias a él, estoy aquí.
Ahora
mismo estoy disfrutando de un día de vacaciones de verano. Justo hoy abrí otro
blog en el que publicaré historias que escriba. También me preparo para seguir
con mi carrera, y con toda mi vida.
Mucha
gente se pregunta por su propio futuro. "¿Qué me deparará...?" o
también "Debería planear...". Muchos se preocupan tanto que intentan
prepararlo todo para conseguir una (y solo una) gran cosa en la vida. Pues
bien, yo he de decir que soy feliz. Ese ha sido mi objetivo en la vida y, con
estas últimas palabras, os contaré mi secreto de la felicidad:
En un
libro, los finales pueden ser trágicos, felices, dudosos, pueden iluminar la
historia o pueden no hacer nada. Pero lo más importante de un libro no es el
final, sino cada página que forman la parte media del libro. Son estas páginas
las que enganchan a los lectores y les hace que les guste el libro, y no el
final. Pues al igual que en un libro, vosotros concentraos en vuestro día a
día, saboreando cada momento. Reíros con cada momento alegre. Llorad con cada
momento triste. Descansad con cada momento de tranquilidad.
Si yo
pudiera viajar al pasado y corregir cualquier error en mi vida, yo no cambiaría
ninguno. Gracias a ellos, soy quien soy.